ODIOS Y PASIONES

Debajo de la lluvia incesante me encuentro pensando como llegue a parar ahí, fría, helada, indiferente, insensible, inmisericordiosa, ¿Cómo llegue a ser así? Mi mundo no es que tenia arco iris y palomas blancas volando con la libertad después del sereno, pero me sentía libre, me sentía sin lazos sentimentales con nadie, me sentía apartada, aislada, y lo peor de todo me sentía en soledad.

Me importa lo que pasa a mí alrededor, soy ajena a cualquier clase de sentimientos, no comparto los ideales u objetivos de los demás que conozco, estoy apartada totalmente de cualquier pizca de humanidad para con los de mi propia especie, y sin embargo, ahí estas tú, naciste para cambiarme, me arropaste con el manto mas calido de tus tiernos sentimientos y me diste una nueva razón para creer que la humanidad tiene algo de salvación, naciste y colocaste mi mundo al revés, tengo ahora que adaptarme a ti, adaptarme nuevamente a circunstancias que nunca creí posible volver a vivirlas, naciste por que Dios escuchó mi ruego, aunque tardío me premió con lo mejor…

Ahora estoy bajo el sol caliente, ese sol que una vez daba energía a muchos ahora agobia con su extensa y basto calor, con esa extensión de amor como lo das tú madre mía, como la hermandad que siempre anhelé contigo hermano mío, y ahora te doy las gracias por haber nacido, gracias por ser parte de mi vida, gracias por nunca haberte rendido conmigo madre y hermano, sobrina tenme la paciencia que algún día llegaré a ser la persona que mas admiras…