21 febrero 2010

Avatar

Las naciones tienen procesos psicológicos como las personas, tales como un ego colectivo que es posible lastimar y sentimientos de culpa reprimidos que pueden emerger del inconsciente colectivo? Sí.
También pienso que, así como los sueños y los lapsus linguae de la gente revelan pensamientos reprimidos, la cultura -el cine, la música popular, las artes visuales y hasta los chistes perdurables, las caricaturas y las imágenes publicitarias- revela indicios de ese inconsciente colectivo. La cultura de un país con frecuencia refleja su situación real con más fidelidad que los pronunciamientos oficiales, las declaraciones diplomáticas y la propaganda.


Es recomendable tener presente esta teoría al ver "Avatar", de James Cameron, y estar atentos a dos temas reveladores: el patrón tosco y culpable del inconsciente estadounidense en el contexto de la "guerra contra el terrorismo" y el imperialismo empresarial tardío, y un retrato crítico de los Estados Unidos -por primera vez en un éxito de Hollywood- desde el punto de vista del resto del mundo.En la tradición de Hollwood, por supuesto, el héroe estadounidense que combate a un enemigo autóctono es inocente y moral, alguien que, si bien es reacio a la guerra, lucha por llevar la democracia, o por lo menos justicia, a feroces salvajes. En "Avatar", los temas centrales muestran todo lo que se malogró en la opinión que los estadounidenses tienen de sí mismos en relación con la política exterior de su país.


El héroe, Jake Sully, está lisiado como consecuencia de su participación en un conflicto estadounidense anterior, pero su país no se ocupa de él. Si hace bien su trabajo de genocida, "la corporación" lo recompensará con un tratamiento médico adecuado. Se incorpora como contratista, lo que evoca la masacre de Blackwater de civiles en la Plaza Nisour de Bagdad.La empresa es una "misión" en la que los soldados no luchan "por la libertad" sino "por un sueldo". Están a las órdenes de burócratas empresariales en lo relativo a luchar contra la población local, cuya tierra sagrada está ubicada sobre vastas reservas de "unobtainium", que la corporación quiere asegurarse a toda costa.


Se presenta a los soldados como seres a los que sus líderes manipulan -mediante un racismo brutal y un desprecio religioso- para que adopten una actitud salvaje contra los "hostiles" no agresivos. Cuando el villano, el líder militar estadounidense del ataque, planea bombardear el árbol sagrado de la población local, se jacta de que hará un agujero tan enorme en su "memoria racial" que no volverán a acercarse al lugar.Hasta la maquinaria de combate militar estadounidense está presentada de forma no heroica. En lugar de las clásicas imágenes de la Caballería de los Estados Unidos que ataca con valor a los salvajes, o de soldados de infantería que desbaratan con coraje nidos de nazis, hay tecnócratas aburridos, aislados por inmensas capas de tecnología, que bombardean valles verdes y masacran guerreros enemigos y mujeres y bebés indefensos mientras toman café y juguetean de forma distraída con pantallas de contacto.

La población local es una amalgama de ecos de todas las grandes guerras imperiales que han atormentado la conciencia estadounidense reciente. Si bien en el plano físico esa población es una fantasía de ciencia ficción de piel azul y movimientos felinos, en términos culturales está compuesta por una mezcla de vietnamitas e indígenas estadounidenses con el agregado de un acento árabe. Y tienen características que los estadounidenses harían bien en imitar.
El de Sully no es un viaje de conquista sino de descubrimiento de la verdadera relación suya y de su gente con los otros.

"¿Qué soy, el malo?" dice al principio riéndose, como si eso fuera algo imposible. Al final, sin embargo, trata de advertir a su propio grupo imperialista sobre la futilidad de su actitud brutal: "¿Qué tenemos para ofrecerles? ¿Cerveza? ¿Jeans? Nada que ellos quieran."
Irónicamente, es probable que "Avatar" haga más que todos los artículos de opinión, los cursos universitarios y hasta las protestas en el exterior en lo relativo a exhumar la conciencia reprimida de los estadounidenses respecto de la superficialidad de su mitología nacional en el contexto de su presencia opresiva en el resto del mundo. Hollywood es así de poderoso. En el caso de "Avatar", la fuerza de la realización cinematográfica estadounidense apunta por primera vez a la autoconciencia en lugar de al escapismo estadounidense.

http://www.subdivx.com/X12X34X85328X0X0X1X-avatar-inventario-de-las-culpas-de-los-estadounidenses.html
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