Anexos y Nexos

Una vez más me disculpo por las interrupciones de tu cómoda vida, de tu segura vida familiar, tu tranquilidad de monotonía, ciertamente no pretendo que la cambies por mí… pero en éste momento me siento con ganas de celebrar, pues mi musa ha aparecido, me tocó el hombro y me susurró palabras a mi tierno y delicado oído… en realidad fue la muerte que tocó mi hombro, no me susurró palabras al oído, solo transpiró su más horrible hedor y me dijo las palabras más verdaderas que tú no has podido imaginar siquiera… ¿celoso?... ¿celosa?, no lo creo, nadie pretende escuchar tales palabras a mi edad, en especial con lo que he vivido y sufrido, ni a mi cuchi barbie se lo deseo…

En fin, sigo, antes de que me desviara del tema hablábamos sobre, - lee entre líneas sino entiendes - injusticia, crueldad, intolerancia, opresión… destrucción, y una larga cadena de hechos me hizo retroceder hasta antes de saber que escribir era… es mi pasión, sentí que podía respirar, mi pecho no se sentía tan apretado, todo estaba claro, incluso la luz del sol palidecía en contraste a mi felicidad, me di cuenta que todos somos parte de todos, que todos estamos conectados, de una manera u otra, nos complementamos, la verdad me hizo entender que sí hay elección, nunca las ves, pero sí las hay, sólo que estamos tan ocupados para voltear el rostro y nuestros ojos están tan empañados para ver claramente, déjame ayudarte, ¿puedo?

Mientras tú tienes esperanza de que tu mundo no se vea afectado por la economía, el calentamiento global o la violencia a tu alrededor, nosotros, el resto, los que sufrimos por asirnos a un mundo lleno de sexo por trabajo, ideales y principios acordes a otra persona o subyugados no sólo por la tendencia de la moda, sino también por el precio que hay que pagar por ello, entonces, ilustrarte no es sólo mi forma de ayudarte es mi forma de que también ayudes en el proceso, ¿se te es claro ahora? Es decir el masonismo no está tan acabado como tú creías, así que por todas las cosas que has hecho, por las cosas que pudiste hacer hecho y por la única cosa que dejaste de hacer, éste mundo depende del masonismo, puro y duro.

No hablo de un gobierno, hablo del gobierno sobre ti mismo, que perdiste cuando te dijeron tu primer ‘No’ sin explicaciones, “Papi cómprame ese carrito” y a cambio tuviste un “No tengo plata, mijo”, pero te pusiste a pensar ‘¿Por qué no tienes dinero?’, alguna vez preguntaste eso a tus padres, ‘¿Mami, puedo salir?’ y a cambio recibiste un “No puedes, no me gusta que vayas hasta allá”, conforme aceptaste esa respuesta, sin embargo, sé a ciencia cierta que siempre quisiste preguntar: “Pero tú vas a donde esa amiga - o amigo - que no me gusta para nada”, pero durante muchos años de tu vida siempre han comprado tu silencio y ser forzado a disculparte cuando nunca te explicaron o te dijeron que tenias voz y que ésa voz es escuchada por quienquiera que tú quieras que escuche.

Esta no es una sublevación, rebelión o mucho menos una sedición, no pretendo blasfemar sobre las palabras de tus padres o de tu sociedad, no quiero que te levantes de tu silla, te dirijas a tus padres y le saques la mierda a punta de preguntas y gritos, es una forma de librar una nueva guerra que nace de la voz de todo el que quiera hablar, de nosotros las víctimas, imagina una palabra, la más terrible de las palabras, y qué solo tú conoces y que tu mayor meta es el poder, el poder de ordenar y que cumplan tu palabra, entonces, te preguntas, ¿Cómo debo usar esa palabra?, si ya se, te hice recordar alguien, ¿no? Reyes, emperadores, dictadores, déspotas sanguinarios, auténticos psicópatas que llegaron a truncar la vida de millones de personas: Hitler, Stalin, Saloth Sar (Pol Pot), Pinochet, Milosevic, Saddam Husein… Bush etc, miedo definitivamente es una herramienta poderosa, combínala con la labia ni siquiera con peor blasfemia puede aplacarse.

¡Uy no! No lleguemos hasta allá sólo estaba hablando sobre… nada en particular, eso depende enteramente de ti, ¿no crees?

Bueno, me despido, no te entristezcas las palabras te las diré cuando te vea a los ojos y veas que estás preparado o preparada, incluso te sentirás agradecido por la palabra tardia.