Durante muchos años se les permitía únicamente a las parejas
heterosexuales adoptar niños(as). Esta
tendencia ha ido cambiando con el pasar del tiempo, debido a que tiene un nuevo
agregado social, que es el de permitir la adopción de niños(as) a parejas
homosexuales con el fin de evitar un tipo de discriminación. En distintos
países como: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal,
Islandia, Argentina, Dinamarca, Uruguay, Nueva Zelanda y Francia tanto la
adopción como el matrimonio han sido legalizados por el simple hecho que los
homosexuales tienen los mismo derechos que las parejas heterosexuales y dentro de
esos derechos es la adopción, cabe destacar que cada uno de estos países
históricamente presentaban castigos severos contra los homosexuales.
En Colombia la situación es muy delicada debido a que es un país políticamente
conservador y por ende quiere mantener su posición frente a los demás países
latino americanos, la problemática de Colombia se basa en la situación jurídica
existente y la incapacidad de excluir a los homosexuales de los derechos
constitucionales, pero a mí parecer la capacidad conceptual del ser humano no
se basa en una limitante, sino en un aceptación evolutiva que conlleva a una
mejor convivencia entre la sociedad.
De acuerdo a lo anterior, la adopción, fundamentalmente es crear
entre dos personas una filiación jurídica, es decir, una relación ejemplar
demostrada entre una persona y sus hijos. La creación de esta filiación es
exclusiva del derecho es llamado adopción artificial. En Colombia la
participación legislativa de los homosexuales es bastante alta y su importancia
frente a la constitución Colombiana es notable debido a que sus derechos
humanos son relativamente nueva, ya que el estado Colombiano ha venido
trabajando en ello desde el 2007, pero esto no deja de ser un motivo para que
la sociedad excluya los derechos adoptivos como personas naturales que son. Con
el fin de mantener un orden social, que en definición ha cambiado, sólo ha
avanzado en cuanto a un agregado específico y beneficioso. No
es simple juzgar a las personas por sus orientaciones sexuales, pero negarles
el derecho de adopción por el simple hecho de que no cumple un orden biológico
determinado por la lógica del hombre común es condenable: “La adopción conjunta por homosexuales es crear unos vínculos artificiales
de filiación entre dos padres y un hijo, o dos madres y un hijo: pero tales vínculos
no existen en la filiación biológica.” (Aguirre Aldaz: 3), de que vale mí
argumento y filosofía dentro de la democracia si sé que la decisiones parlamentarias
estarán basadas en una constitución que cumple con el bien general de la
nación.
¿Qué
tal si el bien general de la nación hablara de una aceptación total sobre la homosexualidad?
La sociedad podría desarrollar infinitas soluciones ante ésta inequívoca injusticia,
pero con qué fin estaría yo ó la sociedad demostrando esto, sí al final estaríamos
sacrificando una conciencia social, en vez de estar debatiendo por lo correcto
de la lógica común popular, estaría enfocado en cómo cumplir la satisfacción de
un pueblo con libre albedrio sin afectar
las costumbres generadas desde nuestros antepasado.
Según Jefreys, (1996); Mirabet Mullol, (1985) “La adaptación psicológica y social
es equivalente a la de la población heterosexual”. (López A., 1998, Pág. 13),
Jefreys opina como si estuviera midiendo a la sociedad del común sabiendo que no todas pueden ser medidas
de la misma manera, en éste caso, los homosexuales por su orientación sexual en relación a adoptar, éstas
parejas pueden desarrollar cierto riesgo psicológico y social, y por ende se va
a ver reflejada durante el crecimiento del niño, ya que estas personas no dejan
de ser seres racionales, inteligentes y auto competitivos dentro de la sociedad
actual.
Vale la pena demostrar la participación social económica de los
homosexuales frente al mundo, y de cómo enfrentan su crecimiento de éste
basando su vida en formar un núcleo familiar, en donde se presenta un nivel de
madurez intelectual junto a la formación de una criatura en crecimiento, cabe
destacar que ésta fase no es instinto solo de mujeres sino también es pleno de
los hombre como seres activos productivos:
“Vicent R. LLopis Sala, (1995) sostiene que lo que determina el éxito en la
educación y desarrollo psicosocial de un menor adoptado, no es tanto la
orientación sexual de los padres, sino el estilo educativo y el talante de
éstos.” (Buil, Garcias-Rubio,
Lapastora, Rabasot, 2005: 86). Esto indica que cada ser humano
independientemente de su orientación sexual se encuentra en capacidad de formar
un núcleo familiar sin importar la orientación sexual que esté dada por los
padres resaltando que depende del grado de educación y formación como personas,
ellos tienden a ser más objetivas con respecto a la toma de decisiones en base
al estilo de vida que enfrentan con la sociedad día a día.